viernes, 11 de noviembre de 2011

Reflexiones y susurros


A veces se me olvida por qué quiero ser directora de cine… y a veces veo ciertas películas que se sienten como un balde de agua fría que me hace recordar por qué soy quién soy.

Hace mucho, mucho tiempo que tengo el sueño de volverme directora de cine, y al mismo tiempo soy el tipo de persona que no puede vivir sin un lápiz en algún bolsillo. Aunque muchos dicen que tengo mucho talento para dibujar, yo creo que lo único que tengo es mucha pasión por el dibujo, tanta que he adquirido mucha más practica que otros. De alguna manera, ésta habilidad mía ha pasado a llenar mi vida, tengo estantes llenos de libros de cómo dibujar y cajas y más cajas llenas de bocetos viejos. Estoy tan rodeada de dibujos y de palabras de aliento sobre ellos que me terminé creyendo que era esto en lo que  yo era buena, y de alguna forma, creo que terminé creyendo que sólo podía ser buena en esto. Además de todo, la presión de la escuela no me deja hacer cine, a pesar de que llego a tener una que otra idea de vez en cuando para una película. Las escuelas de cine son caras, o si no, bastante exclusivas, así que la presión en éste sentido también me ha afectado. Para acabar de empujarme por el maldito precipicio, están todos los cineastas disque bohemios de mi país. A veces escuchando a mis amigos cinéfilos hablar me siento excluida del mundo del cine, pues hablan y hablan de películas de arte que no he tenido tiempo de ver porque estoy ocupada dibujando, o sino, de películas oscuras de las cuales hasta que paso rato con ellos me vengo a enterar de que existen.

Entonces, mientras empezaba a considerar ir a una escuela de arte para así poder dedicarme a los cómics o a las ilustraciones en un futuro, me senté a ver una película del estudio Ghibli, el mismo fundado por Hayao Miyasaki y… de pronto me acordé por qué quiero ser directora de cine.

La historia, Susurros del Corazón es una historia de amor que también habla acerca de esforzarse para cumplir los sueños que cada quien tenga. Mientras la veía me vino a la mente la idea de que sería hermoso poder dedicarme a la música, aunque al mismo tiempo me gustaría escribir novelas… y entonces me acordé, de que yo más de alguna vez he dicho que quiero hacer películas, porque en ellas puedo dedicarme a todo lo que siempre he imaginado, por medio de mis personajes. Puedo visitar los mundos más misteriosos y complejos y al mismo tiempo los pueblitos pequeños y hermosos cercanos a mi propia ciudad. Yo no era de esas niñas que cada semana cambiaban de profesión soñada, porque mi profesión soñada contiene a todas las profesiones que me pueda inventar. No sólo eso, sino que otra razón por la que quiero hacer cine en lugar de sólo escribir, o sólo dibujar, o sólo cantar, o sólo bailar, es porque por medio del cine puedo sumarlo todo, y experimentarlo con todos mis sentidos. Además, por lo que quiero hacer cine, es porque quiero mostrarle al mundo toda la fantasía que tengo en mi cabeza, quiero que vean la forma en que yo veo al mundo, tal vez para presumir que tengo una visión más bella, o tal vez para entrar en discusiones con respecto a lo que veo más críticamente, no se realmente la razón por la que quiero mostrarle al mundo lo que tengo dentro de mí, pero en el fondo es la misma razón por la que escribo blogs, a pesar de que muy pocas personas los leen. En realidad, no creo que tenga que ver con algo como la trascendencia o con superar a los demás, creo que disfruto de vivir en contraste con las otras personas, porque es cuando veo que soy distinta a alguien, pero al mismo tiempo éste alguien me causa admiración, que empiezo a esforzarme más y más por ser mejor, y de ésta forma, logro vivir más feliz y completa, experimentando cosas nuevas casi siempre. Sí, creo que es por esto por lo que me gusta abrirme al mundo por medio del arte, porque así puedo aprender y vivir de todo, de la misma forma en que lo hago con el cine.

Entre más lo pienso, más estoy convencida de qué es lo que quiero hacer, y lo que quiero hacer no sólo es hacer cientos de películas, sino vivir mi vida como si cada día fuese una película, experimentando con todos los sentidos todo lo que pueda y esforzándome al máximo por vivir un romance como el de las historias que adoro.

1 comentario:

Teo dijo...

Lo que sí es que escribes excelente. Te amo, pequeña, con todo mi corazón, y me siento muy feliz de tenerte y conocerte. Beso.